El 47% a favor de Mauricio Macri en la primera vuelta electoral para jefe de gobierno de la CABA es un resultado cercano al de una mayoría absoluta. El riesgo de un absolutismo se presenta ahora ante los ciudadanos porteños, incluso para quienes lo votaron.
La segunda vuelta de 31 de julio es una ocasión para poner un límite al poder absoluto del sector de la gran empresa que el PRO representa. Los trabajadores registrados y en negro, los pequeños y medianos comerciantes e industriales, los profesionales y estudiantes, los cuentapropistas, todas las capas populares de la sociedad porteña que no pertenecen al restringido círculo de los magnates y el privilegio tienen ahora la oportunidad de balancear las cosas.
47% es mucho, pero no debe ser un cheque en blanco.
El Partido Comunista apoyó la fórmula Filmus-Tomada. Y presentó sus propios candidatos a legisladores porteños integrando la lista autónoma de Nuevo Encuentro, Habiendo obtenido dos bancas.
Actuó de ese modo por considerar que era el mejor camino para construir una ciudad democrática, para promover igualdad y para mejorar sensiblemente la gratuidad y calidad de la enseñanza, la salud y el transporte públicos. También por considerar que la Ciudad debe tener una actitud positiva y menos cerrada con relación a las políticas del gobierno nacional favorables a la mejora de nuestra calidad de vida.
Es que sólo agrandando el mercado interno con mejores salarios y jubilaciones y combatiendo la pobreza y la indigencia es posible reactivar la economía y asegurar mejores condiciones de seguridad para todos.
Entre el poder concentrado de las grandes corporaciones que hacen de la Ciudad su negocio, manejándola como una empresa de su propiedad y la posibilidad de abrir un camino más amplio y participativo, hemos preferido no ser neutrales. Si no lo hemos sido para el 10 de julio, menos debemos serlo cuando sólo quedan dos opciones:
El menemismo encubierto de Macri y una propuesta, mejorable, que busca que lleguen a la ciudad los beneficios de las políticas nacionales de desarrollo y justicia social. La CABA debe preservar su autonomía, pero no cerrarse y confrontar al resto del país.
Conocidos los resultados de la primera vuelta, Daniel Filmus propuso un Frente por la Igualdad, abierto y plural. Coincidimos con esa propuesta. Es más, el Partido Comunista la ha venido proponiendo desde siempre a todas las fuerzas progresistas de Buenos Aires y en el orden nacional.
Las Personas sin partidos, los peronistas no menemistas, los radicales no delarruístas, los socialistas, los comunistas y de izquierda, los progresistas y demócratas, tenemos la ocasión de jugar un papel en la segunda vuelta poniéndoles un límite al macrismo de los ricos y famosos.
El 31 de Julio votemos Filmus-Tomada
Partido Comunista en el Nuevo Encuentro
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